499 artículos que atentan contra la unidad del país
La Convención Constituyente de Chile ha presentado el proyecto de propuesta de nueva Constitución para que una «comisión de armonización» elabore el texto definitivo que será presentado al Presidente de la República el 5 de julio para que convoque al «plebiscito obligatorio» de julio 4. septiembre. Proponen una nueva constitución de 499 artículos para hacer de Chile -se dice- un «Estado social y democrático de derecho, plurinacional, intercultural y ecológico», una «República solidaria de democracia paritaria». La lectura de un documento tan voluminoso muestra un proyecto de «constitución imposible» que está destruyendo a la nación chilena y que, en lugar de unir, puede crear una mayor confrontación.
Formalmente, los 499 artículos propuestos y en proceso de “armonización” demuestran una extensión normativa en la misma dirección de la Constitución Bolivariana de Venezuela con 350 artículos, la del Estado Plurinacional de Bolivia con 411 artículos y la del régimen castro-chavista. .en Ecuador con 444 La lectura de los textos propuestos muestra una casuística indeseable en un texto constitucional que por definición debe contener principios, “un acuerdo de reglas de convivencia, un pacto político y social que establece, organiza e integra las normas fundamentales que rigen la empresa estatal».
La propuesta en su contenido no respeta que “el texto de la nueva Constitución que se someta a plebiscito debe respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las decisiones judiciales firmes y vinculantes y los tratados internacionales ratificados por Chile”. y que se encuentran vigentes”, tal como lo exige el artículo 135 del procedimiento de reforma constitucional que dio origen a la Convención, Ley 20200.
La creación del «Estado plurinacional» destruye la «nación chilena» y suplanta a la república porque introduce -como lo hizo la constitución impuesta a Bolivia- el reconocimiento de las nacionalidades suplantando la «pluriculturalidad» que se integra a la nación chilena con un enfrentamiento permanente entre varias naciones para romper la unidad nacional. El proyecto determina que “Son pueblos y naciones indígenas preexistentes los mapuche, aymara, rapa nui, lickanantay, quechua, colla, diaguita, chango, kawashkar, yaghan, selk’nam y otros que puedan ser reconocidos en la forma que establezca la ley”. .» y agrega que estos pueblos y naciones indígenas “tienen derecho a la autonomía y al autogobierno, a su propia cultura, identidad y cosmovisión, patrimonio e idioma, al reconocimiento de sus tierras, territorios, a la protección del territorio marítimo, de naturaleza en su dimensión material e inmaterial”… con lo cual “termina la soberanía nacional de Chile”.
El componente de “república solidaria con democracia paritaria” y su desarrollo, muestran que por mandato constitucional se desvirtuará la igualdad al definir “democracia paritaria” como “el Estado reconoce y promueve una sociedad en la que mujeres, hombres, diversidades y disidencias de género genérico participen de las condiciones y de la igualdad real…” luego ordena que “todos los órganos colegiados del Estado, los órganos constitucionales autónomos y los órganos superiores y de dirección…. deben tener una composición paritaria que garantice que al menos el 50% de sus integrantes sean mujeres”, dejando el 50% restante para distribuirlo entre las minorías que creen en los hombres, en las diversidades, en las disidencias de género.
En el Poder Legislativo, sustituyeron a la Cámara de Senadores por la «Cámara de las Regiones… órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional encargado de contribuir a la formación de leyes de acuerdos regionales». En el caso del Presidente de la República, el proyecto sólo menciona el requisito de tener «nacionalidad chilena» y desconoce el requisito de «los nacidos en el territorio de Chile… los hijos de padre o de madre chilena». .’ del artículo 10 incisos 1 y 2 en relación con el artículo 25 de la Constitución vigente.
El sistema electoral, también inspirado en las constituciones castristas de Venezuela y Bolivia, suprime el sufragio universal, que es un «elemento esencial de la democracia», basado en la igualdad de los ciudadanos, ya que establece «escaños reservados a los pueblos y naciones indígenas en los órganos colegiados de representación popular a nivel nacional, regional y local…”.
Suprimen los «carabinieri de Chile» y reemplazan el concepto de la Constitución vigente según el cual «las fuerzas del orden y seguridad pública están integradas únicamente por carabinieri e investigaciones», estableciendo «la policía» que «son instituciones policiales, no militares , de carácter centralizado, con competencia en todo el territorio chileno”.
Como expresé en mi análisis “La Asamblea Constituyente de Chile a partir de la sustitución del plebiscito dictatorial y la mayoría simulada” publicado el 28 de febrero de 2021 en Infobae, el proceso constituyente chileno se produce por hechos de violencia que han llevado al gobierno a el «acuerdo por la paz y una nueva constitución», en sustitución del plebiscito suprimido por la reforma constitucional del presidente Lagos. Así, en el plebiscito del 25 de octubre de 2020 aprobaron la Asamblea Constituyente con el voto del 50,95% de los inscritos y su resultado se presentó como “78,28% de la población” o “la abrumadora mayoría de los chilenos”. esto es sólo el 39,61% del electorado chileno.
Ahora viene el “plebiscito constitucional nacional” o “plebiscito de salida” para que “la ciudadanía apruebe o rechace” el texto propuesto por la Convención. El voto en este plebiscito será obligatorio para quienes tengan su domicilio electoral en Chile. Por eso es necesario que el 50% más uno de los chilenos inscritos en las listas electorales aprueben el texto porque de lo contrario será automáticamente rechazado.
La constitución de la Convención Constituyente no da muestras de unidad, nacionalidad o democracia, guarda demasiadas similitudes con textos disruptivos y manipulados por el socialismo del siglo XXI entre los pueblos que hoy sufren las consecuencias de dejar que una crisis de gobierno se convierta en una crisis de Estado y usted está entre los votantes.
Artículo publicado en Infobae.com.