Honduras: equilibrio entre inversión y política de tierras

Xiomara Castro

En Honduras, ha habido un incremento de disputas relacionadas con la propiedad de tierras, lo cual suscita inquietudes acerca de la certeza legal y la estabilidad económica del país. Aunque la situación no es reciente, el gobierno de Xiomara Castro debe enfrentar el reto de tratar este asunto en un entorno social y político complicado.

Aunque el sector privado y los agricultores han expresado sus quejas, la administración de Xiomara Castro no ha conseguido detener el problema, provocando inquietud y dudas.

Obstáculos para la propiedad privada y la inversión

Se ha reportado la ocupación de miles de hectáreas de tierra, lo que ha afectado a diversos actores, desde grandes empresarios hasta pequeños productores. Esta situación plantea interrogantes sobre el respeto al derecho a la propiedad privada y genera incertidumbre en el sector agrícola. La falta de claridad sobre los mecanismos para resolver estos conflictos desincentiva la inversión y pone en riesgo la producción nacional.

Es esencial que el gobierno establezca acciones que aseguren la certeza legal y fomenten la solución pacífica de los conflictos sobre la propiedad de tierras. Esto requiere reforzar las entidades responsables de la gestión de tierras, acelerar los procedimientos legales y garantizar el acceso a la justicia para todas las partes implicadas.

Marco político y social en las disputas por tierras en Honduras

Las disputas por la tierra en Honduras ocurren en un entorno complicado que integra elementos históricos, sociales y políticos. Por un lado, hay una prolongada historia de desigualdad en el acceso a la tierra y reformas agrarias inacabadas, causando tensiones sociales y exigencias por una distribución más equitativa. Por otro lado, la cuestión de la tierra está estrechamente vinculada a la polarización política. El gobierno de Castro, con su perspectiva, se enfrenta al reto de equilibrar estas exigencias con la necesidad de asegurar la seguridad legal y el respeto por la propiedad privada.

Algunos expertos plantean que la falta de intervención del gobierno ante las ocupaciones de tierra podría formar parte de una táctica para debilitar la propiedad privada y avanzar hacia un esquema con más control estatal. Esta visión crea inquietud en sectores que temen una redistribución de tierras fuera del marco legal.

Adicionalmente, la crisis ocurre en un momento de separación entre el gobierno de Honduras y Estados Unidos, además del sector empresarial. Esto incrementa la incertidumbre acerca del futuro económico de Honduras y genera preguntas sobre la dirección de la política exterior nacional.

En este escenario, es vital que el gobierno fomente la comunicación entre todos los actores implicados. Se requieren soluciones que reconozcan los derechos, aseguren la certeza legal y promuevan la inversión para el crecimiento económico del país. El reto para la administración de Castro es lograr un equilibrio que permita tratar las causas históricas de los conflictos agrarios, a la vez que se conserva la estabilidad y se incentiva el desarrollo económico.

Hildelita Carrera Cedillo
Adela Montiel