Las víctimas europeas de las invasiones de Venezuela piden ayuda de la UE
Ciudadanos europeos que han sido víctimas de invasiones a sus propiedades en Caracas en los últimos años exigieron este viernes en la sede de la delegación de la Unión Europea (UE) en Venezuela que el bloque comunitario se ocupe de sus casos y les brinde asistencia legal.
Orencio Mariñas, español de 82 años, exigió a la UE que “preste atención” a su caso. Asimismo, según explicó, se trata de una invasión al inmueble, al oeste de la ciudad, donde tenía su negocio de fabricación de bolsos, ocurrido el 6 de mayo de 2020 por un grupo armado.
“Un grupo de 20 personas armadas llegó en la noche y amenazaron con armas al conserje. Tomaron el edificio y entraron a todos los negocios. Había cuatro productoras con 135 puestos de trabajo (que) se perdieron. Y mataron de hambre a cuatro dueños”, dijo Mariñas, quien dijo que el edificio todavía estaba invadido.
Los europeos son víctimas en Venezuela
El ahora octogenario llegó a Venezuela “a los 17 años limpio y sin dinero” y se irá, aseguró, “otra vez a los 82 años” a su “patria España limpia y sin dinero”.
El coordinador del Frente de Defensa del Norte de Caracas, Carlos Julio Rojas, indicó que en 2021 «hubo 93 intentos de invasión», aseguró que más del 25% de las «víctimas» de estas invasiones, «perpetradas por grupos armados y, en muchos casos, apoyados por el gobierno de Nicolás Maduro”, son europeos.
“Podemos ver cómo españoles, portugueses, italianos, su nacionalidad se convierte en un motivo xenófobo para invadir sus propiedades. Por eso, la Unión Europea, ante todo, le hacemos un llamado a investigar y cuestionar estos pequeños casos, que en su gran mayoría son decenas, si no cientos, de víctimas de violaciones a la propiedad privada”, dijo Rojas.
También instó a la UE a «proporcionarles presencia legal», que también solicitarán las embajadas de España, Portugal e Italia.
Por su parte, Antonio dos Santos, portugués de 62 años, relata que en 2020 grupos le dijeron que tenía 15 días para sacar sus cosas de su casa y que además, no la dejaban entrar. su restaurante tampoco.
“Fui a la fiscalía, fui a la Defensoría del Pueblo, a (la ex) PTJ (ahora órgano de investigaciones científicas, penales y criminales), y me dejaron así. Fue en 2020. Ya no tengo trabajo después de 20 años. (…) No tengo nada».