Migrantes venezolanos en España están desempleados, comen en iglesias y viven en cuartitos sin nada

Migrantes venezolanos en España
Entrevista a cuatro inmigrantes latinoamericanos en Madrid: “Algunos días solo comes una vez. Foto: EFE/ Luis Millán

Jonathan es venezolano. Solo lleva 20 días en España y ya habla como si hubiera pasado toda su vida aquí. En este poco tiempo ya ha trabajado y su jefe se niega a pagarle, ya ha compartido «un cuartito que no tiene nada» y ya ha pedido comida a las iglesias: «hay días que solo se come una vez».

Entró en España como muchos otros latinos, como turista, pero se encuentra en una situación irregular ya que su intención al venir siempre fue quedarse.

Hace unos días se manifestó en Madrid frente al Congreso de los Diputados de España por el Día del Refugiado, donde unos cientos de personas reclamaron un mejor acceso a las citas administrativas de extranjería para gestionar su situación.

migrantes venezolanos
Jonathan solo lleva 20 días en España y ya habla como si hubiera pasado toda su vida aquí. Foto: EFE/ Luis Millán

Ilegalmente en España

Ahora acaba de regresar de la Plaza Elíptica de Madrid, en el sur de la ciudad, donde los empresarios van con sus vehículos a recoger a los inmigrantes para llevarlos a trabajar por turnos, de forma ilegal, en concreto para trabajos de construcción y construcción.

Tuvo mala suerte, cuenta a EFE, la policía «estaba ahí» y pocos vehículos se atrevían a parar ante posibles multas y detenciones: «la vida de un latino es dura, porque vengo solo, no tengo uno, nunca pensé que no te darían un trabajo aquí. Estamos en el siglo XXI y vivimos en la esclavitud.

Y lamenta que los inmigrantes irregulares estén «mal pagados y humillados», porque «nos maltratan, nos ponen a trabajar y no nos quieren pagar». Por qué no nos dan la oportunidad, aquí hay compañeros que comen una vez al día”.

España
El venezolano José ha obtenido asilo político, pese a ello su situación laboral no dista mucho de la de Jonathan, ya que los solicitantes de asilo deben esperar seis meses desde que presentan la solicitud para poder trabajar legalmente. A las 5:30 a. m. dirígete a Plaza Elíptica para probar suerte. Foto: EFE/ Luis Millán

«Aún no he encontrado un buen modelo»

José tiene una casuística diferente a la de su compatriota, ya que recibió asilo político porque salió de Venezuela por la situación del país y por la persecución policial, uno de los elementos necesarios para acreditar para obtener asilo.

A pesar de ello, su situación profesional no es muy diferente a la de Jonathan, ya que los solicitantes de asilo deben esperar seis meses desde la fecha de presentación de su solicitud para poder trabajar legalmente. A las 5:30 a. m. dirígete a Plaza Elíptica para probar suerte.

“Sobrevives como muchos de nosotros, un día de trabajo, dos y ahorras hasta terminar de pagar la habitación; comer, si no estás trabajando hay iglesias y organizaciones que ofrecen desayuno o almuerzo, si estás trabajando hay momentos que sales y te vas todo el día sin comer hasta el final de la tarde, te pagan y compras algo”, dijo. EFE.

«Soy carnicero profesional y camionero, nunca había trabajado en la industria de la construcción y hay buenos jefes y otros habituales, todavía no encontré uno bueno, pero aquí está», bromea.

Alan es hondureño, se graduó en negocios internacionales y tuvo que dejar su país por la presión de las pandillas. Foto: EFE/ Luis Millán

de honduras

Alán es hondureño, graduado en comercio internacional y tuvo que salir de su país bajo la presión de las pandillas. Intentó dos veces entrar a Estados Unidos y tras dos intentos fallidos regresó «todavía peor» a Honduras y fraguó su marcha hacia España.

«Tuve que venir en silencio, solo mi familia sabía que me iba, vendí todo y vine», cuenta a EFE este joven obligado a ocultar su situación a su familia para evitar sufrir.

Explica que uno de los grandes problemas que él y el resto de los migrantes enfrentan es la falta de acceso a las citas en la comisaría y en inmigración, porque «buscamos en la web y no lo encontramos, c está cerrado, hay no hay manera de entrar y solo hay una manera como en todas partes, pagando”.

Una situación nacida de la pandemia, que el Colegio de Directivos Administrativos de Cataluña (Cogac) asocia a “falta de personal y de organización”.

Marc Giménez Bachmann, ponente de la Comisión de Inmigración y Nacionalidad de Cogac que lleva 25 años asesorando a los inmigrantes para regularizar su situación, explica a EFE que hay «problemas muy grandes» para conseguir una cita con la policía.

“Hay un drama para los ciudadanos no europeos y más aún para los ciudadanos de la UE, porque en la Unión Europea hay libertad de movimiento, pueden venir aquí a trabajar, pero tienen que solicitar el NIE -número de identidad de extranjero-, por estos no hay absolutamente nunca una cita, por lo que se vulnera el derecho comunitario», añade.

Según las reseñas, un ciudadano español tarda 10 minutos en renovar su DNI, pero un extranjero tarda 45 días en sacar cualquier tarjeta.

Alán se resigna y comparte que al fin y al cabo son «ilegales tratando de hacer lo correcto, lo bueno».

«Mi familia no sabe mi situación actual, me preguntan cómo estoy y les digo que estoy muy bien», admite, y por eso exige papeles para todos, «ya sea de país gratis para todos, no que nos lo den, sino que nos ayuden al menos a hacer los pasos».

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Fito Saenz Olvera