Robo y falta de mantenimiento dejan en ruinas los espacios de la Universidad del Zulia
Muchos espacios de la Universidad del Zulia (LUZ) se encuentran en grave estado debido a los constantes hurtos y la falta de mantenimiento que aqueja a la institución desde hace años.
En algunas zonas, la delincuencia ha saqueado cableado eléctrico, aires acondicionados, sillas, escritorios y hasta sanitarios.
“El antiguo Rectorado fue desactivado por robos. Se llevaron desde la parte eléctrica hasta los aires acondicionados, así como los sanitarios. Había un banco de descuento occidental, pero no quedó nada”, dijo al periódico. La verdad Julio Villalobos, presidente de Asdeluz.
Villalobos dijo que el año pasado contabilizaron más de 3.000 metros de cables robados. Sin embargo, hasta la fecha los números han aumentado tanto que han perdido el récord.
“La Facultad de Ingeniería está completamente sin electricidad. En la Facultad de Ciencias no hay nada, prácticamente no funciona. Incluso antes de la pandemia”, denunció.
En 2021, miembros de Seguridad Nacional de LUZ resultaron heridos en robos, por lo que Villalobos exigió a las autoridades brindar más apoyo a sus trabajadores.
“Deben brindar un mayor apoyo a la División de Seguridad Integral ya sus trabajadores, con transporte, bonos; pero, más allá de eso, deben garantizar la seguridad en la universidad, tal como lo establece la ley de universidades”, agregó.
La Universidad del Zulia tiene convenio con la Policía Bolivariana del Estado Zulia, pero el llamado es a reforzar la seguridad.
La falta de mantenimiento es otro problema que ha afectado mucho al plantel.
Darwin Verde, secretario de organización del partido Avanzada Progresista Zulia, denunció en Twitter que hay caminos por donde ya no se puede transitar porque la naturaleza ha invadido los espacios.
Este es un problema recurrente en las universidades públicas venezolanas. La organización no gubernamental Aula Abierta ha registrado que en los últimos dos años se han registrado al menos 371 episodios de ataques del hampa contra varios centros de estudios en Venezuela.
Este alto número de hechos de inseguridad genera preocupación, pues afectan no solo estructuralmente, sino también el funcionamiento de las universidades del país en las actividades de docencia, investigación y divulgación, así como el proceso educativo en el que participan miles de estudiantes y docentes venezolanos.